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    El agente de policía de Fullerton, Tim Gibert, lleva una cámara adherida al cuerpo en el centro de su chaleco. Todos los agentes de Fullerton utilizan cámaras adosadas al cuerpo para grabar las interacciones con el público.

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    Mientras que los pasajeros de un auto esperan en la banqueta, el agente de policía de Fullerton, Tim Gibert, inspecciona el vehículo en un reciente miércoles de febrero 2015.

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    El agente de policía de Fullerton, Tim Gibert, (izq.) platica con los pasajeros de un auto que detuvo. Todos los oficiales de Fullerton ahora portan una cámara adosada al cuerpo para grabar las interacciones con el público.

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    El agente de policía de Fullerton, Tim Gibert, (izq.) le indica a un pasajero de un carro que detuvo, que salga del vehículo. Gibert y sus compañeros ahora portan una cámara adosada al cuerpo.

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    El agente de policía de Fullerton, Tim Gibert, (izq.), agarra su cámara del cuarto donde se recargan las cámaras en el Departamento de Policía de Fullerton, antes de comenzar su turno.

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FULLERTON – Fullerton apareció en titulares nacionales hace cuatro años cuando un vídeo de vigilancia mostró un polémico encuentro entre policías locales y un hombre sin hogar, Kelly Thomas, quien falleció después del incidente.

Este mes, el Departamento de Policía de Fullerton se convirtió en la primera agencia en el condado de Orange en equipar a todos los agentes patrulleros con una cámara que se adhiere al cuerpo.

Cómo sucedió ésta transición —y por qué está sucediendo en otros departamentos de policía alrededor del condado y en otros lugares— relata la historia sobre el futuro de la actuación policial.

En cierto sentido, las cámaras adosadas al cuerpo del Departamento de Policía de Fullerton no son baratas.

El departamento está gastando $650,350 en 140 cámaras del fabricante Taser International. Esa cantidad cubre mejoras, el almacenamiento de vídeo y software por cinco años.

Pero el jefe de la policía de Fullerton, Dan Hughes, quien creció en la ciudad y se convirtió en el jefe de la policía el año después del incidente de Thomas, apoyó el uso de las cámaras.

Las cámaras, dijo Hughes, proporcionan un registro visual e imparcial.

“Protege a nuestros agentes de falsas acusaciones”, dijo.

“Creo que también ofrece un mecanismo para llevar a cabo auditorías del desempeño de un agente”.

Es muy pronto para predecir qué va pasar en Fullerton, pero en otras comunidades las cámaras adheridas al cuerpo de los policías han dado frutos.

En Rialto, algunos policías comenzaron a usar cámaras adosadas al cuerpo en el 2012. Uno de los resultados fue una disminución sorprendente en los conflictos entre policías y civiles. Las quejas contra la policía cayeron un 88 por ciento, y el uso de la fuerza cayó a la mitad, según un informe publicado por la Fundación de la Policía, un grupo no partidista que sigue las tendencias en el ámbito policial.

Una reducción en los conflictos podría significar menos dinero en pagos por los departamentos de policía en los tribunales civiles y acuerdos de arbitraje.

Pero esto es sólo el inicio del cambio.

Las cámaras, según Hughes, podrían ser claves en la configuración de las normas y políticas del departamento o los entrenamientos.

“Es sólo una herramienta”, dijo, “pero es una herramienta muy importante”.

EL FUTURO ESTÁ AQUÍ

La discusión sobre las cámaras adheridas al cuerpo de los policías tiene años, pero la idea empezó a implementarse en el verano del año pasado cuando la violencia estalló en Ferguson (Missouri) después de la muerte a tiros de un hombre afroamericano a manos de un policía blanco.

Después de Ferguson, las cámaras se convirtieron en un tema candente a nivel nacional. En diciembre, la Casa Blanca propuso invertir $263 millones para ayudar a las agencias de policía a obtener las cámaras.

Pero Fullerton, entre otros, no se quedaron esperando.

El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés) indicó que utilizará las cámaras con todos sus agentes. Anaheim tiene la intención que son agentes estén equipados con cámaras para el 1ro de abril. El Departamento del Alguacil del Condado de Orange las tiene a prueba por ahora.

Y a finales del año pasado, en Ferguson, 30 de 54 policías comenzaron a usar las cámaras.

El portavoz de esa agencia, Jeff Small, dijo que la agencia está trabajando en los detalles de su política en cuanto a la grabación de vídeos, consultando con los jefes de policía de todo el país para determinar cómo deben utilizarse las cámaras.

Michael Gennaco, un ex fiscal federal quien ahora sirve como consultor en el uso de la fuerza para muchas agencias policiales (incluyendo Fullerton y el LAPD), dice que la clave de las cámaras adosadas al cuerpo en una política sólida.

Fullerton contrató a Gennaco para investigar la muerte de Thomas. Al final, el departamento despidió a tres agentes a pesar de que ninguno de ellos fue condenado por ningún delito.

“Ayudará a evaluar la policía y la interacción con los ciudadanos”, dijo Gennaco. “A menudo, en una situación de ‘yo digo, él dice’ ayudará a determinar cuál es la versión correcta”.

“Lo importante está en los detalles”, dijo Gennaco, añadiendo que algunas agencias no cuentan con políticas claramente establecidas para el uso de cámaras y que la falta de esos detalles “tira al piso el propósito de las mismas”.

CÁMARAS GRABANDO

Para la misma policía, las cámaras adheridas al cuerpo no son acerca de las teorías de las prácticas policiales, son dispositivos que pueden grabar cada momento de su jornada laboral.

Antes que el agente de Fullerton, Tim Gibert, inicie su turno de 3 p.m. a 3 a.m., toma una cámara de vídeo de su estación de abastecimiento y cuelga el dispositivo, del tamaño de una baraja de cartas, al frente de su uniforme —en la parte alta de su pecho.

El agente de 27 años de edad se dirige a la cámara, pronuncia su nombre y la hora del día. Después, todo lo que grabe la cámara durante la jornada estará vinculado a él.

En las primeras dos horas de su turno, Gibert detuvo a un automóvil por falta de placa; ayudó a un hombre desmayado en el jardín delantero de una casa; y, detuvo a un menor por conducir sin licencia, además de poseer productos de tabaco y un utensilio de grafiti.

La cámara captó todo.

Al final del turno, Gibert coloca la cámara de regreso en la estación de abastecimiento, donde recarga baterías y se descarga toda la grabación de vídeo.

“En general, creo que es más beneficioso que las grabadoras digitales de audio (que solía utilizar la policía de Fullerton) en cuanto a buscar y revisar cualquier incidente”, dijo Gibert mientras patrullaba hacia el oeste de Fullerton.

“Es bueno tenerlas”.

Hughes en Fullerton explicó que elaboró la política de su departamento de policía en base a las políticas del uso de cámaras de otras 50 agencias. Quiere que sea claro cuando un agente debe crear un registro de vídeo.

“Sin embargo, aún no encuentro una política perfecta”, dijo el jefe de policía. “Nuestra política no es perfecta. Pero, me gusta más de lo otro que he visto”.

En Fullerton, las cámaras siempre están encendidas, pero no siempre están grabando. Cuando un agente presiona un botón de la cámara sujetada a su cuerpo, el dispositivo regresa y registra los 30 segundos previos y sigue rodando, similar a cómo algunas grabadoras de DVR en los televisores pueden capturar la acción anterior.

En general, los agentes deben de estar grabando con sus cámaras cada vez que tienen contacto con alguien. Y deben presionar el botón inmediatamente cuando activan el Código Tres —cuando se encienden las luces y la sirena de la patrulla— o cuando existan razones para anticipar que se dirigen a una situación extrema.

La política de Fullerton también específica cuando no deben grabar, y otorga una facultad discrecional limitada a los agentes en cuanto a voltear la cámara hacia otro lado o colocarla en su bolsillo.

Eso incluye cualquier momento en el que están entrevistando a víctimas de asalto sexual o abuso infantil; cuando discuten tácticas policiacas con otros agentes; y, cuando un informante o alguien más solicite que se apague la cámara.

“No queremos hacer algo que cause que las personas se sientan renuentes en llamar a la policía”, dijo Hughes.

La Asociación de Agentes de Policía de Fullerton, el sindicato que representa a los agentes de Fullerton, apoya, en general, el uso de las cámaras y la política, explicó el capitán Stewart Hamilton, presidente de la asociación y miembro de la agencia por 16 años.

“No he escuchado ningún comentario negativo de los agentes”, dijo Hamilton.

Sin embargo, los agentes no deben permitir que su preocupación por las cámaras o cómo deben ser utilizadas retrase o altere su respuesta en cualquier situación. “La seguridad del agente es primero”, enfatizó Hamilton.

En la mayoría de las situaciones, la política de Fullerton permite a los agentes ver sus propios vídeos. Pero en ciertos casos —participación en tiroteos, muertes durante custodia o interacciones que tienen como resultado lesiones graves a un ciudadano— solamente el jefe o comandante de la división son los que ven primero el vídeo.

LO QUE LA CÁMARA NO CAPTA

En muy pronto para determinar cómo las cámaras adheridas al cuerpo afectarán las investigaciones y los juicios.

Eventualmente, podrían producir pruebas que ayuden a procesar a los delincuentes en los tribunales, pero aún son muy nuevas en el Condado de Orange como para lograr eso, dijo Susan Kang Schroeder, jefa de personal de la Oficina del Fiscal del Condado de Orange.

Por supuesto, los vídeos de teléfonos celulares y otras fuentes no son nada nuevo en las salas de los tribunales.

Brian Gurwitz, un abogado de defensa penal en Tustin y ex fiscal de distrito, dijo que las cámaras adosadas al cuerpo son, “sin lugar a dudas, lo más importante” para que la policía y el público sean honestos.

“Cuando existe una grabación, el juez tiene la oportunidad de escuchar y ver lo que realmente sucedió, lo cual muy a menudo es distinto a lo que la policía indica en sus informes”, dijo Gurwitz. El abogado representó a la madre de Kelly Thomas en la negociación de un acuerdo de $1 millón con la policía de Fullerton tras la muerte del desamparado, después de su encuentro con la policía.

“Muchas veces lo que sucede con las grabaciones es que muestra sutilezas que son críticas, que de otra manera pudieran pasar por alto”, añadió Gurwitz.

Hughes, el jefe del policía de Fullerton, destacó que los vídeos de las cámaras es sólo una respuesta parcial a la evaluación de las interacciones con la policía. El lente de la cámara, dijo, no puede proveer el contexto.

Lo que es apremiante, agregó, una cámara no puede captar el estado de ánimo de un agente.

“Lo que capta el vídeo no es indicativo de todo”.