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La búsqueda del "sueño americano" por parte de indocumentados o el tránsito a través de los corredores de droga por la frontera entre EEUU y México deja una importante acumulación de basura que es una amenaza para el medio ambiente.
La búsqueda del “sueño americano” por parte de indocumentados o el tránsito a través de los corredores de droga por la frontera entre EEUU y México deja una importante acumulación de basura que es una amenaza para el medio ambiente.
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Tucson (AZ).- La búsqueda del “sueño americano” por parte de indocumentados o el tránsito a través de los corredores de droga por la frontera entre EEUU y México deja una importante acumulación de basura que es una amenaza para el medio ambiente.

Neumáticos, bicicletas y hasta algunos autos, además de botellas de plástico, mochilas abandonadas y contenedores de comida se acumulan dispersos a lo largo de la línea fronteriza, una zona en donde descansan parques nacionales y otras áreas protegidas.

“Este es un problema bastante serio que hemos estado trabajando por los últimos 15 años, recogiendo la basura cada semana, cada mes. Estamos hablando de toneladas y toneladas de basura”, dijo a Efe Jon Young, de la oficina en Arizona del Buró de Administración de Tierras (BLM, por su sigla en inglés).

De acuerdo a cifras de esta agencia federal, entre los años fiscales 2011 y 2016 solo en el sur de Arizona se han recolectado 794.320 libras de basura en parques nacionales y tierras públicas.

El periodo fiscal 2016 vio un incremento notable de desperdicios recolectados tras alcanzar las 436.080 libras, una cifra muy superior a las cerca de 13.000 de 2015, aunque Young precisó que dicho aumento no fue por un mayor flujo de personas migrantes sino por el hallazgo de objetos de mayor peso, entre ellos 524 llantas, 15 bicicletas y tres automóviles.

“También encontramos desechos como excremento humano, que se convierte en un posible peligro para los trabajadores que recogen la basura”, explicó.

El funcionario recordó que la acumulación de basura tiene un impacto directo en el medio ambiente, ya que al desintegrarse afecta el crecimiento de las plantas o es un peligro para los animales que habitan en la región ya que pueden llegar a consumirla.

El BLM administra y protege aproximadamente 44 millas (70 kilómetros) de tierras públicas a lo largo de la frontera con México y una área de unos 3,8 acres (más de 15.000 metros cuadrados) que se extiende en las primeras cien millas al norte de la frontera.

Julie Valentine, representante de la oficina del suroeste de BLM, dijo a Efe que por la distribución geográfica de la frontera, las tierras públicas y los parques nacionales de Arizona son los más afectados por la basura que dejan los indocumentados y los traficantes de drogas.

“En California hay una cantidad más pequeña de tierras públicas cercanas a la frontera, lo mismo que en Nuevo México”, agregó.

Young explicó que en el caso de Arizona, al ser un corredor del tráfico de drogas y de inmigrantes indocumentados, constituye un peligro para la seguridad pública, sobre lo cual advierten a los visitantes.

Las rutas clandestinas tomadas por los indocumentados y traficantes de drogas para cruzar la frontera dañan el ecosistema del lugar y ponen en riesgo la fauna, y los funcionarios de esta agencia se ven obligados a restaurar el entorno de estas áreas.

“Utilizamos barreras para evitar el cruce de vehículos y en ocasiones tratamos de restaurar la flora sembrando plantas nativas de la región”, reveló Young.

Entre los años 2000 y 2007 se registró un importante flujo de inmigrantes indocumentados por la frontera de Arizona, con un promedio de 400.000 indocumentados arrestados cada año y que a su paso dejaban basura y artículos que desechaban durante su travesía.

El problema fue tan grande que el estado de Arizona debió abrir el sitio en internet azbordertrash.gov para coordinar esfuerzos entre las diversas agencias y voluntarios con el fin de limpiar y recoger la basura.

Por su parte, Brent Range, superintendente a cargo del Monumento Nacional Organ Pipe Cactus, el cual cubre parte de la frontera de Arizona con México dijo a Efe que en los últimos años se ha logrado un gran progreso limpiando y recogiendo la basura dejada por los indocumentados.

“El problema responde en gran parte al flujo migratorio, y a medida que ha disminuido el cruce hemos visto también menos basura”, afirmó.