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CRIMEN: Acusada por pelea en una discoteca de Santa Ana: “Esto podría pasarle a cualquiera”

 Candace Marie Brito entrando al Tribunal Superior de Santa Ana para recibir su condena en el caso de la paliza que cobró la vida de Annie Kim Pham.
Candace Marie Brito entrando al Tribunal Superior de Santa Ana para recibir su condena en el caso de la paliza que cobró la vida de Annie Kim Pham.
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SANTA ANA – Candace Marie Brito dice que Annie Kim Pham está en sus pensamientos donde quiera que va.

Y, así será siempre.

“Kim no va volver, pero yo regresaré a casa un día, y pensaré en ella por el resto de mi vida”, dijo Brito el domingo.

El viernes, Brito fue condenada a seis años de prisión por su participación en una riña en un bar que terminó con la muerte de Pham afuera del club nocturno en Santa Ana, en enero. El caso llegó a los titulares nacionales con un debate sobre los testigos que grabaron la pelea en los celulares en lugar de intentar detener a los involucrados.

Brito se comunicó con el Register la noche en que recibió sentencia. Quería hablar sobre el momento que cambió su destino. Su relato es una moraleja.

“Solo quería decir que esto podría pasarle a cualquiera”, dijo en una entrevista el domingo. “No soy un monstruo”.

La tarde del domingo en la Cárcel Central de Mujeres en Santa Ana, Brito de 27 años, dijo que deseaba cambiar lo ocurrido, pero sabe que no puede.

“Voy a cumplir mi condena en la cárcel. Tomo responsabilidad de los hechos”.

Mientras Brito recordaba la noche de la riña infame, todavía expresaba consternación por la cadena de eventos e incredulidad de que “algo tan pequeño” hubiese causado tanto dolor.

Brito, una ex empleada de oficina en Santa Ana, dijo que no solía frecuentar bares, más bien pasaba la mayoría de fines de semana en baby showers y fiestas de cumpleaños de muchas de sus amistades que tienen hijos pequeños.

“Me decían: ‘Oye, vamos a Chuck E. Cheese’; yo respondía: ‘seguro, vamos’”, recordó con agrado.

“Cuando salimos esa noche, no esperábamos que nada de eso sucediera, pero sucedió. No puede creer que algo tan pequeño como un roce o un empujón con alguien resultara en algo fatal. No andábamos buscando pleitos, y debimos de habernos alejado”, dijo Brito, reiterando las declaraciones del juez del Tribunal Superior, Thomas Goethals, en su sentencia del viernes. En eso momento el juez preguntó: “¿Por qué no se alejaron? ¿Por qué no se alejaron todos del lugar?”.

Pero cuando los amigos de Kim empezaron con el contacto físico, explicó Brito, “tenía miedo a que mi amiga saliera lastimada, y que yo iba terminar lastimada”.

Ella sostiene que nadie intentó intervenir en la pelea. Había muchas personas presentes, hombres incitando a las mujeres a pelearse, pero nadie intentó separarnos, agregó.

Brito dijo que su amiga, Emilia Calderón, estaba embarazada, algo que los abogados no querían que mencionaran durante el juicio. “Por eso me metí en la pelea, para defenderla”, dijo Brito de manera sumisa.

Testimonios durante el juicio indicaron que Calderón y Pham se habían tropezado entre sí, lo que inició un intercambio de insultos entre las dos.

Brito dijo que quería proteger a Calderón de Pham, quien lanzaba puñetazos al aire, pero agregó que nada de lo que hizo Pham, aspirante a escritora de 23 años, justifica su muerte.

“Ella no merecía morir, y voy a asumir responsabilidad por mis actos”.

Brito, quien creció en Irvine pero vivía en Santa Ana, jugó softbol en la preparatoria y estaba estudiando para convertirse en una asistente legal. Pensó en su familia todo el tiempo durante sus comparecencias ante el tribunal y las noches que pasaba sola en su celda”.

“Estaban sorprendidos, como yo lo estaba, de que yo había participado en todo esto. Han sido un gran respaldo, pero es tan difícil darme cuenta del daño que les hago con esto”.

Su familia la visita a menudo y es un gran respaldo. Brito aconseja constantemente a sus cuatro hermanos menores que eviten meterse en líos, pero no está muy preocupada.

“Mis hermanos nunca han estado en problemas. Tengo un hermano que estudia Derecho, y todos hemos participado en deportes en la escuela. Compartíamos las comidas alrededor de la mesa, y hablábamos mucho. Nadie en mi familia ha estado en problemas. Nosotros no somos así”.

El padre de Brito falleció mientras dormía de un ataque al corazón cuando ella tenía 13 años; él tenía 34 años.

También tiene una hermana mayor, en quien piensa cuando intenta ponerse en los zapatos de la familia de Pham.

“A veces pienso en lo que sentiría si fuera mi hermana la que hubiese fallecido, y qué pensaría de los agresores”.

En julio, un jurado declaró culpables a Brito y Vanesa Zavala, de 26 años, de homicidio voluntario y agresión, pero las absolvió de un cargo más grave por asesinato en segundo grado.

Brito dice que la familia de Pham han sido “amables” sobre la forma en que hablan de ella y Zavala, la segunda acusada que fue condenada por el asesinato.

El padre de Pham, Dung Pham, de 60 años, habló en vietnamita a los asistentes en el funeral de su hija el 28 de enero, y dijo que su familia oraría por su hija y por aquellas personas que la atacaron, según Rosa Nguyen, una prima de segundo grado de Annie Pham, quien parafraseó el mensaje.

“No sé cómo reaccionaría si ellos demostraran repudio contra nosotras”, indicó Brito.

Ella describe esa noche como un accidente. Las peleas en los clubes ocurren todo el tiempo, dijo. Esta vez terminó siendo fatal, y espera que otros no cometan el mismo error al pensar que no puede ocurrirles a ellos. Agregó que fácilmente podría haber sido ella o uno de sus amigos quienes resultaran muertos.

“En un segundo te metes en una pelea en un bar, y después, tienes a los detectives en la puerta de tu casa, informando que alguien va a morir”.

Brito ha recibido docenas de cartas en prisión de personas que simpatizan o se sienten relacionadas con ella.

“Me dan un poco de consuelo, y me ayudan a pensar que no todo el mundo piensa que soy una mala persona”.

Agregó que oró por Kim, y le pidió perdón. Pero entiende que habrá personas que siempre la etiqueten como “asesina”.

Zavala no pudo ser entrevistada, pero ha hablado de manera similar sobre la muerte de Pham.

“No andaba buscando problemas. No estaba buscando nada. Simplemente, estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Y, fui una estúpida, porque debí haberme alejado del lugar”, dijo Zavala a la policía después de su arresto.

Brito aún quiere ser una asistente legar cuando salga en libertad, pero se quiere mantener alejada del derecho penal.

En un par de semanas, Brito cumplirá 28 años. Para entonces, será trasladada a una prisión. Piensa que los días festivos serán muy difíciles para su familia por su ausencia, pero sabe que será más difícil aún para la familia de Kim.

“Todavía tengo a mi familia, y mi familia todavía cuenta conmigo. La familia de Kim ya no cuenta con ella”, expresó.

“Los seis años…no voy a quejarme por eso”.