Los centros de distribución proveen miles de empleos a residentes de la región de Inland Empire; sin embargo, estos centros ofrecen muy a menudo salarios bajos, son temporales, y no proveen beneficios de salud, lo que beneficia a las gerencias a corto y largo plazo.
Así lo reveló un estudio elaborado por la Universidad de California, Riverside (UCR por sus siglas en inglés), mismo que indica que la mano de obra en las bodegas proviene de agencias de trabajo temporales, beneficiando así a las arcas de las empresas.
El estudio, publicado hace unas semanas y liderado por Ellen Reese, profesora de sociología y jefa del programa de Estudios Laborales de UCR, también indica que los centros de distribución contribuyen a la pobreza imperante de la región conformada por los condados de San Bernardino y Riverside.
La situación es peor en zonas como la ciudad de Ontario, en donde según el estudio excede los niveles de pobreza tanto a nivel estatal como nacional. En efecto, según datos de la Oficina del Censo de los Estados Unidos, el índice de personas que vivían bajo los niveles de pobreza en Ontario fue de 18.1 por ciento en 2013, comparado con 15.9 por ciento y 15.4 por ciento en California y los Estados Unidos, respectivamente.
Como conclusión del estudio, patrocinado por el Instituto de Investigación en Trabajo y Empleo de UCR, los investigadores recomiendan a las municipalidades, particularmente a la de Ontario, elevar los salarios mínimos, tal y como la ciudad de Los Ángeles, y el condado de Los Ángeles aprobó recientemente. La gerencia de Ontario, ciudad donde en 2013 se ubicaban 338 bodegas, no contestó a llamados de La Prensa.
Otra recomendación del estudio que entrevistó a 350 trabajadores de bodegas entre 2012 y 2013, indica que los trabajos temporales deben convertirse en trabajo permanentes a través de acuerdos pactados por sindicatos y empresarios. Además, los investigadores recomiendan al estado reducir el costo de los deducibles de Cuidado de Salud Asequible bajo la ley de seguro de salud.
“Los salarios más altos podrían, en general, ayudar a estimular el gasto de los consumidores y a aumentar la base tributaria en la región. Mientras que las empresas normalmente se oponen a los aumentos salariales, el aumento de los salarios ha demostrado que ayuda a las empresas a estabilizar su empleo y a reducir los costos de rotación de los empleados”, indicaron los investigadores en su conclusión.
Según el estudio, el perfil de un trabajador de bodega es un hombre Latino, joven, con educación básica promedio, e inmigrante. Aquellos que trabajan 20 horas a la semana tienen un ingreso mediano de 14,000 dólares anuales. Los trabajadores contratados directamente por las empresas suelen tener un salario más elevado, indicó el estudio.
De todos los trabajadores entrevistados, entre un tercio y la mitad de ellos tenían seguro médico, comparado con el 85 por ciento de los trabajadores en los Estados Unidos. Pocos de ellos tenían cobertura bajo su empleo. Aproximadamente dos tercios de ellos dijeron haber esperado hasta tener una lesión grave para acudir al doctor debido a los elevados costos de servicio.
Con esto en mente, los investigadores hicieron un llamado a una reforma laboral que facilite la intervención de sindicatos en bodegas y otras empresas que ofrecen salarios bajos. Además, los investigadores instan al gobierno estatal y federal a hacer valer las regulaciones de salud, ocupacionales, y de seguridad para prevenir accidentes laborales.
Y es que según la Oficina de Estadísticas Laborales, la industria de bodegas es una de las más peligrosas en el país con una tasa de lesión y mortalidad tres veces más que el trabajador promedio.
John Husing, un economista quien por más de cinco décadas ha estudiado la región, alega que el estudio no tiene validez ya que es parcial y escasea de total fundamento. Husing dijo a La Prensa que los investigadores comprobaron su tesis sin tomar en cuenta datos estatales.
“Ellos querían comprobar que las bodegas ofrecen salarios bajos y lo lograron cuando en realidad la verdad dista mucho de la conclusión. Un trabajador principiante sin aptitudes mayores recibe un salario de $12.50 la hora. Aquellos con experiencia o aptitudes pueden ganar más. Existen 155 diferentes puestos en este sector donde los trabajadores pueden ganar más. La escalera está ahí para el que guste subir”, comentó Husing.
Según sus propios estudios, las bodegas representan una oportunidad para decenas de miles de personas para salir de la pobreza.
“El salario mediano de un trabajador de bodega es de 44,000 dólares anuales. Existen empresas como Amazon que incluso ofrecen ayuda monetaria para el trabajador que desee estudiar en la escuela que guste. Decir que las bodegas son malas es mentir”, indicó Husing, quien funge como economista principal para la organización Inland Empire Economic Partnership con sede en San Bernardino.
El reconocido investigador dijo que en los primeros seis meses del presente año, las bodegas crearon 13,000 nuevos puestos en la región comparado con los primeros seis meses de 2014. En el 2013, los trabajos de bodegas representaron el 19 por ciento de la fuerza laboral regional; mientras que en 2014 representaron el 20 por ciento. Para este año se calcula que representen el 25 por ciento, añadió Husing.
“Las bodegas son una parte esencial de la economía local. Con terrenos en donde se pueden construir edificios de cientos de miles de pies cuadrados, las empresas seguirán tomando en cuenta a la región. Con el dólar fuerte la exportación aumentará, aumentando así la necesidad de almacenamiento. Además, el sistema de transportación usado hoy en día está eliminando menos contaminación”, indicó Husing.
En efecto, según un estudio elaborado por el Instituto de Efectos sobre la Salud, con sede en Boston, Massachusetts, las emisiones de gases de los nuevos métodos de transporte han reducido entre el 90 por ciento y el 99 por ciento comparado con 2007. Además, las emisiones contienen cero riesgos de cáncer.
