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    El constructor, Iddo Benzeevi, escucha a miembros de la comunidad durante el segmento de comentarios públicos sobre su propuesta de construir un centro de actividad logística —“la puerta de entrada a Estados Unidos”, dijo Benzeevi, el el martes, 18 de agosto 2015, en Moreno Valley.

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    El constructor, Iddo Benzeevi, camina cerca de una colección de rótulos con mensajes de protesta contra su propuesta de construir un centro de actividad logística World Logistics Center, el martes, 18 de agosto 2015, en Moreno Valley.

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    El constructor, Iddo Benzeevi, responde a preguntas de miembros del Concejo de Moreno Valley, el miércoles, 19 de agosto 2015. El concejo aprobó la construcción del mega-centro el miércoles, con un voto 3-2.

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Moreno Valley empezó a considerar dos visiones contrastantes del futuro de la ciudad ya que el Ayuntamiento comenzó a abordar la propuesta de la mega-bodega del “Centro Mundial de Logística”.

Y su decisión final llegó después de las 11 p.m. el miércoles, 19 de agosto con un voto de 3-2, dando paso a la construcción que dramáticamente transformará el lado este de la ciudad de Moreno Valley.

Partidarios y opositores del mega proyecto estuvieron presente debatiendo entre la necesidad de futuros empleos y el impacto de contaminación del aire debido a los miles de camiones que llegarán al proyecto de 2,300 acres, que se construirá al sur de la Autopista 60 entre Redlands Boulevard y Gilman Springs Road.

La visión que presentó el constructor, Iddo Benzeevi, describe el complejo de bodegas de 40.6 millones de pies cuadrados como una oportunidad para la ciudad de transformarse en un centro líder de logística que creará miles de empleos y aportará millones de dólares a la economía.

Los críticos ven el proyecto como algo que aumentará la tasa de pobreza de la ciudad con trabajos mal remunerados, y contribuirá a la contaminación del aire con el aumento de las emisiones de diésel y la obstrucción de carreteras y autopistas en toda la región del Inland con más tráfico de camiones.

En la primera de las posibles tres audiencias públicas maratónicas sobre el proyecto, que se realizó el lunes, 17 de agosto, el personal de la ciudad – quienes se han mostrado optimistas con la propuesta desde el principio – se unieron a Benzeevi, presidente y director ejecutivo de Highland Fairview, al describir el proyecto como un medio para revertir la alta tasa de residentes que se desplazan fuera de la ciudad hacia sus trabajos con la creación de puestos de trabajo locales.

Benzeevi, quien dio una presentación con diapositivas y vídeo de más de dos horas, dijo que Moreno Valley está a punto de tomar ventaja de la función de la región del Inland como el portal clave para las mercancías que se reciben en los puertos del sur de California y se envían en camiones al resto del país.

“El lugar donde estamos situados geográficamente puede convertirse en una oportunidad histórica para nosotros”, dijo. “Nos encontramos en el umbral de entrada de Estados Unidos”, agregó.

El masivo complejo de bodegas, comparado al tamaño de 700 campos de fútbol, dividió a los residentes desde su propuesta hace tres años.

Las tensiones en el Concejo Municipal subieron rápidamente en la reunión del lunes. Hubieron juntas adicionales el martes y el miércoles, cuando llegó el voto final.

Tras la presentación de 90 minutos el lunes del personal de la ciudad, la concejal, La Donna Jempson, hizo preguntas directas acerca de los proyectos anteriores de Benzeevi y si el mismo había cumplido con sus promesas.

El alcalde Jesse Molina, un partidario del proyecto, se opuso a la pregunta y después se alejó del estrado del concejo, lo que provocó algunos abucheos entre la audiencia. El concejo decidió tomar un descanso de 20 minutos.

Cuando regresó, Molina llamó a Benzeevi para que diera su presentación, y dijo que las preguntas del concejo se aplazarían hasta después de la presentación. Molina indicó que quería ofrecer el “debido proceso” al constructor.

La multitud era notablemente más pequeña que la que abarrotó el Centro de Conferencias y Recreación en la primera audiencia de la Comisión de Planificación en junio. La cámara estaba dos tercios llena, con cerca de 100 personas, algunas mostrando carteles en apoyo u oposición.

El residente Owen Christian solicitó al concejo que no rechazará lo que él llamo una oportunidad.

“Si visualizan las posibilidades, y votan con un sí, quien saldrá ganando será la ciudad de Moreno Valley”, dijo.

Gideon Kracov, abogado del Sindicato de Obreros Local 1184, dijo durante los comentarios del público que la presentación de Benzeevi elogió la tecnología, sin embargo se niega a utilizar los camiones que menos contaminarían el medio ambiente.

“Todo en el proyecto apunta hacia el futuro, excepto su base —camiones contaminantes”, agregó.

Durante su presentación, el constructor Benzeevi llamó a los impactos en el tráfico y calidad del aire altamente exagerados, alegando que una persona tiene el doble de posibilidades de ser alcanzado por un rayo que desarrollar cáncer a causa del proyecto.

“¿Estamos dispuestos a renunciar a 20,000 puestos de trabajo y todos los beneficios que representa la mitad del riesgo de ser alcanzado por un rayo?”, preguntó retóricamente.

Benzeevi dijo que gran parte de la oposición al estudio ambiental provenía de grupos que quieren abusar de la legislación ambiental estatal a través de costosas demandas de donde anhelan colectar dinero.

Llamó a las condiciones solicitadas por las autoridades de calidad del aire y transporte como injustas y poco prácticas.

Otra pregunta planteada por los opositores es la influencia política de Benzeevi en la ciudad.

El constructor ha gastado cientos de miles de dólares para influir las elecciones del Concejo Municipal, incluyendo cerca de $600,000 el otoño pasado, donde dos de los candidatos que él apoyó, Yxstian Gutiérrez y Jeffrey Giba, fueron electos.

Algunos críticos los han acusado de conflicto de interés debido a su apoyo a las campañas políticas de ambos.

Gutiérrez pidió al abogado de la ciudad, Steve Quintanilla, que abordara ese tema desde el principio de la reunión. Quintanilla respondió el lunes que bajo la ley estatal, las contribuciones de campaña no se consideran un conflicto de interés.

Durante los comentarios públicos, la residente Keri Then, pidió a ambos concejales que se excluyeran. Puede que no sea ilegal, pero no es ético, enfatizó.