BARCELONA, España- No hay triunfo más amargo que aquel que no va acompañado de aplausos.
Ante un Camp Nou vacío, el Barcelona venció 3-0 a Las Palmas.
Los hechos de violencia de la Policía estatal de España contra los catalanes que acudieron a votar en el referéndum de ayer provocaron que la directiva del Barcelona solicitara la postergación de su encuentro de la Jornada 7 ante Las Palmas en el Camp Nou, pero la negativa de La Liga que además incluyó una amenaza, según el presidente culé Josep María Bartomeu, de quitarle al equipo 6 puntos, forzó una decisión inédita: el Barsa jugaría por primera vez un juego a puertas cerradas en su estadio.
El rumor de que el partido no se disputaría rondó desde las 14:00 horas, pero nadie se atrevía a darlo por hecho. El comunicado oficial se publicó en Twitter cuando la gente ya estaba posicionada en los accesos y solo 15 minutos antes de la hora programada para el inicio del encuentro, la voz oficial del estadio comunicó la decisión.
Los jugadores del Barsa y la junta directiva habían tomado la decisión de no permitir que les quitaran 6 puntos, y con la playera de entrenamiento de esta temporada, que tiene la senyera en el frente, posó para una histórica foto sin gente en la tribuna.
El juego, como lo dijo después Gerard Piqué, era una obligación que los futbolistas trataron de finiquitar lo antes posible, ante las versiones de que ya había cerca de 400 personas heridas en las represalias policiales contra los votantes en Cataluña.
Las Palmas dio batalla en el primer tiempo, el cual forzó a terminar sin goles y con un tiro al poste.
Sin embargo, el Barsa tiró de Messi en el complemento y La “Pulga” no desentonó. Primero cobró un tiro de esquina al 49′ para que Sergio Busquets la metiera con la cabeza. Luego se apuntó un doblete con tantos al 70′ y 77′ para sumar 11 goles y ser líder de goleo.
El silbatazo final retumbó en cada esquina del vacío Camp Nou, y pese al triunfo culé que los sitúa como líderes de La Liga con 21 puntos, la cancha se vació en total silencio porque ayer no hubo razones para celebrar.
