El conductor de un autobús turístico que se estrelló cerca de Yucaipa en el 2013, matando a ocho personas, fue arrestado la mañana del miércoles 18 de noviembre, tras ser acusado de ocho cargos de delitos graves de homicidio vehicular con negligencia dolosa.
Norberto Bravo Pérez, de 55 años, de San Ysidro, enfrenta una sentencia máxima de 15 años en prisión si se le declara culpable, informó la Oficina del Fiscal de Distrito del condado de San Bernardino en un comunicado de prensa.
Pérez, quien fue acusado el 3 de noviembre, está programado tentativamente para ser instruido de cargos a las 12:30 p.m. el jueves en el Centro de Justicia de San Bernardino.
El autobús se estrelló en la autopista 38 el domingo que se celebraba el ‘Super Bowl’, el 3 de febrero, entre Mentone y Forest Falls. El autobús, que salió de Tijuana, se dirigía de regreso a México desde Big Bear.
Los testigos dijeron que los frenos fallaron, provocando que el autobús girara fuera de control cuesta abajo en la montaña. Fallecieron siete pasajeros, y Fred Richardson, residente de Mountain Home Village, quien conducía otro vehículo, falleció tres días después del accidente.
Pérez, de acuerdo con las demandas en curso presentadas contra él y la empresa de autobuses, Scapadas Magicas, no inspeccionó el autobús antes del viaje. Durante el proyecto, les informó a sus supervisores que los frenos no estaban funcionando bien. Los supervisores respondieron y le dijeron a Pérez que continuara con el viaje y que “manejara despacio” al bajar la montaña, alega las demandas.
La demanda de la fiscalía no menciona a los propietarios de la empresa de autobuses. El portavoz del Fiscal de Distrito, Christopher Lee, citando el caso en curso, se negó a hablar de cualquier culpabilidad por parte de los propietarios o si las órdenes a Pérez de seguir manejando lo absuelven de culpa.
Los agentes de la Patrulla de Caminos de California (CHP), que investigan el accidente, refirieron las preguntas a la fiscalía.
ENCUENTRAN PROBLEMAS CON LOS FRENOS
Los investigadores del CHP indicaron que la inspección después del accidente mostró “numerosos deficiencias en el sistema de frenos” a consecuencia de un mantenimiento preventivo inadecuado. Los frenos estaban gastados, rotos y por debajo de los estándares mínimos legales.
“En resumen, el CHP encontró que cada uno de los seis frenos del autobús presentaban al menos un defecto y en la mayoría de los casos, múltiples defectos, que causaron que cada freno se considerada defectuoso”, según el informe del CHP.
Pérez tenía un buen historial de manejo en los Estados Unidos, con una sola infracción por conducir sobre una carretera dividida, de acuerdo a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés). Su licencia era válida y su certificado médico estaba al día.
El informe de la NTSB indicó que cuando Pérez perdió el control del bus con rumbo al oeste, chocó contra la parte trasera de un vehículo de pasajeros, cruzó el divisor central en la carretera de dos carriles, chocó contra el terraplén y volcó. Después, el autobús chocó contra la camioneta de Richardson, haciendo que ambos giraran en el carril hacia el oeste, donde el autobús rodo en posición vertical, golpeó contra una roca y se detuvo, bloqueando ambos carriles.
Muchos de las personas fallecidas salieron disparados del autobús.
Otras once personas resultaron heridas de gravedad, y 22 sufrieron lo que se describió como lesiones leves o moderadas.
Después del accidente, la Administración Federal de Seguridad de Autotransporte declaró a la empresa ‘Scapadas Magicas’ como un “peligro inminente” y ordenó el cese de operaciones.
Menos de un mes antes del accidente, la Administración Federal de Seguridad de Autotransporte finalizó una inspección total del cumplimiento de códigos de ‘Scapadas Magicas’ porque la empresa tenía una “alerta” indicando problemas de mantenimiento.
La organización clasificó a la empresa como “satisfactorio”, aunque no se inspeccionaron autobuses durante la revisión y muchos de los registros comerciales no fueron consultados porque se encontraban en la oficina de la empresa en Tijuana.
En noviembre del 2013, la NTSB recomendó auditorías a las inspecciones de la Administración de Seguridad de Autotransporte debido a varios accidentes mortales que investigó la NTSB. Los hallazgos de esas investigaciones plantearon serias dudas sobre la supervisión de las operaciones de autotransporte, explicó la NTSB.
La NTSB también indagó los expedientes de investigación, incluyendo más de 2,100 páginas de otros tres accidentes de vehículos comerciales. Juntos, los cuatro accidentes resultaron en 25 muertes y 83 heridos. En cada accidente, los investigadores identificaron deficiencias de seguridad e identificaron “señales de alerta” que estaban presentes antes de los accidentes, pero pasaron desapercibidos o no se tomaron en consideración por los agentes de la Administración de Seguridad, hasta después de los accidentes, concluyó la NTSB:
