El tema del control de armas ha polarizado a la población nacional en general y es visible en la ciudad de Fontana, en donde un sector de la comunidad aún intenta asimilar la adquisición de un pequeño arsenal por el departamento de policía del distrito escolar.
La noche del miércoles 23 de enero, partidarios y opositores al control de armas expresaron sus argumentos durante la reunión regular de la Junta Educativa del Distrito Escolar de Fontana; las opiniones llegaron después de que la Superintendente Cali Olsen-Binks aprobara la compra de 14 rifles de grueso calibre para la supuesta protección de estudiantes y maestros.
Deedee Arganda, maestra de la escuela secundaria Truman, aplaudió la decisión de Olsen-Binks alegando los rifles modelo Colt 6940 adquiridos el pasado mes de octubre con un valor estimado en los mil dólares cada uno, son una necesidad imperante para la protección de miles de alumnos y empleados.
Arganda añadió sentirse más protegida en el plantel sabiendo que la policía local tiene las herramientas necesarias para combatir a un criminal en caso de un tiroteo escolar.
“Si yo pudiera me entrenaba para usar armas puesto que es la única manera de estar preparados en caso de un evento trágico. Estoy totalmente de acuerdo con la superintendente ya que si lo criminales tienen armas de grueso calibre, ¿por qué los policías no?” comentó Arganda, quien cuenta con 30 años de experiencia en la docencia. “Estamos viviendo tiempos difíciles y hay que estar listos. Prefiero estar lista que arrepentida”.
Ana Prado, madre de cuatro estudiantes en Fontana, indicó que la protección escolar adecuada no son las armas sino programas de prevención e intervención para erradicar la violencia escolar.
Prado dijo que la decisión no es justificable ya que nunca en la historia del distrito ha existido un tiroteo y que las probabilidades de que eso ocurra son mínimas.
“En algunas ciudades los residentes están intercambiando sus armas por regalos y aquí el distrito está comprando. Eso envía el mensaje erróneo a la comunidad de que la única manera de resolver el problema son las armas”, comentó Prado. “Nuestros hijos necesitan educación, necesitan que se les explique cómo hacer para no caer en la violencia. Estas armas podrían ser contraproducentes”.
El jefe de policía del distrito escolar, el cual administra 45 escuelas para un total de 41,000 estudiantes, explicó que los rifles no serán portados por los 11 oficiales del departamento ni que tampoco estarán en las patrullas. Los rifles, aseguró Billy Green, serán guardados en un lugar seguro, vigilado las 24 horas del día y serán utilizados en extremo caso de emergencia.
“Sólo para aclarar, los oficiales no tendrán estas armas con ellos todos los días. Los rifles tampoco estarán en las escuelas a la vista de los estudiantes. Los rifles serán usados solamente en casos extremos por oficiales que han tomado 40 horas de entrenamiento en su uso”, dijo Green.
Por su parte, Gus Hawthorn, presidente de la Junta Educativa, dijo estar de acuerdo con la compra alegando la seguridad de los estudiantes y empleados es prioridad.
Sin embargo, Leticia García, miembro de la Junta, respondió que la violencia no se combate con armas sino con educación.
Mientras los residentes de Fontana continúan debatiendo, la senadora de los Estados Unidos Dianne Feinstein introdujo el jueves, 24 de enero una propuesta de ley para mejor control de armas de grueso calibre.
Denominado Prohibición de las Armas de Asalto de 2013, el proyecto de ley intenta prohibir la venta, transferencia, importación y manufactura de 157 tipos de armas peligrosas estilo militar y dispositivos de alta capacidad de almacenamiento capaces de albergar más de 10 rondas de balas.
Feinstein dijo que el proyecto de ley presentado había sido algo en lo que se había trabajado por más de un año “con la participación de todo el país”.
“Debemos equilibrar el deseo de unos pocos de poseer armas tipo militar con la creciente amenaza a la vida de todos los estadounidense. Si 20 niños muertos en Newtown no llaman la atención de que estas arma de guerra no tienen cabida en nuestras calles, no sé que lo hará”, dijo la senadora en un comunicado.
El proyecto de ley, apoyado por decenas de agencias del orden, municipalidades en toda la nación y grupos religiosos de toda denominación, excluye armas legalmente adquiridas a la fecha de ser firmada en ley; armas de grueso calibre utilizadas por miembros de las Fuerzas Armadas; y armas de antigüedad coleccionables.
Además, el proyecto respeta los derechos constitucionales de los residentes excluyendo 2,258 modelos de armas legítimamente utilizados en la cacería y eventos de recreación.
“Es hora de que los estadounidenses se pongan de pie y le digan a los fabricantes de armas que las vidas de nuestros hijos son más importantes que sus beneficios económicos y que deben retirar estas peligrosas armas de nuestras escuelas, nuestros trabajos, nuestros centros comerciales, cines y teatros. Es tiempo de actuar, y lo lograremos sin importar cuánto tiempo nos tome”, añadió Feinstein.
El proyecto de ley fue anunciado el mismo día en que la Asociación Nacional del Rifle Instituto de Acción Legislativa (NRA-ILA por su sigla en inglés), revelara que el 91 por ciento de los miembros de dicha asociación está a favor de leyes que restrinjan la adquisición de armas a los enfermos mentales; el 92 por ciento se opone a leyes que confisquen las armas a través de recompra; y el 89 por ciento se opone a la prohibición de armas de fuego semiautomáticas, a menudo erróneamente denominadas “rifles de asalto”.
El estudio, el cual encuesto a mil miembros de NRA al azar, revelo que el 93 por ciento de ellos se oponen a una ley que obligue a los propietarios de armas a registrarse con el gobierno federal y que el 92 por ciento se opone a una nueva ley federal que prohíbe la venta de armas de fuego entre los particulares.
“Los reclamos de que los propietarios de armas están divididos son totalmente falsos. No es nada más que un intento por parte de activistas anti-armas para promover su antigua agenda política”, indicó Chris Crox, director ejecutivo de NRA-ILA en un comunicado. “Los propietarios de armas estadounidenses y partidarios de la Segunda Enmienda están listos para poner a un lado la política y se unen para arreglar nuestro sistema roto de salud mental”.
