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  • Kelly Alcalá, al centro, un veterano de la Segunda Guerra...

    Kelly Alcalá, al centro, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, observa como un equipo de The Home Depot, incluyendo a un grupo de voluntarios, desde la izquierda: Don Shaut, Ken Hultquist, Marty Palomares, Joseph Montes y Jacob Pérez, trabajan en mejoras en su hogar en Orange.

  • Kelly Alcalá, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, habla...

    Kelly Alcalá, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, habla sobre su experiencia durante la guerra.

  • El equipo de voluntarios de The Home Depot, sobre Katella...

    El equipo de voluntarios de The Home Depot, sobre Katella Ave. en Orange, continúan mejorando el pasto y construyendo la rampa para la silla de ruedas del veterano Kelly Alcalá.

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El residente de Orange, Kelly Alcalá, no podía salir de su casa por meses.

Un veterano de la Segunda Guerra Mundial de la marina, Alcalá perdió la pierna izquierda, por debajo de la rodilla, entre una serie de lesiones que sufrió durante la guerra. Ha necesitado de cirugías cuando las lesiones de hace tiempo empiezan a causarle problemas, una cirugía reciente lo dejó sin poder caminar.

Con su silla de ruedas, Alcalá no podía bajar las gradas afuera de la puerta principal.

Así que la semana pasada la organización, Veteranos Estadounidenses con Discapacidad, The Home Depot y miembros de la iglesia, Convenant Presbyterian Church en Orange hicieron reparaciones en la casa de Alcalá e instalaron una rampa para sillas de ruedas.

Alcalá puede caminar por su cuenta una vez más, pero la rampa está allí en caso de que necesite la silla de ruedas en el futuro. Además, hace que sea más fácil para su esposa, quien está en silla de ruedas.

“Estoy muy contento”, dijo Alcalá, de 88 años. “Sé que a mi edad me debilito más rápido. Cuando eso sucede, hay músculos flácidos, problemas con la vista”.

“Mi pie derecho está dormido. Esto aliviará mi situación. Voy a poder salir de la casa sin que nadie tenga que ayudarme”.

Oriundo de Santa Ana, Alcalá intentó unirse a la Marina a los 16 años, pero le dijeron que regresara cuando tuviera la edad de poder afeitarse.

Un año más tarde, se unió a la Marina, dejó sus estudios en Santa Ana High School en su último año y fue a entrenarse en San Diego.

“El tío Sam me necesitaba”, dijo.

Alcalá terminó a borde del barco USS Nevada en la costa de Okinawa (Japón), donde fue mecánico y artillero aéreo. En marzo de 1945, un kamikaze se estrelló en la cubierta de la nave, causando una explosión. Además de perder su pierna, Alcalá fue alcanzado por las esquirlas de una granada en la mano, la espalda y un pulmón.

“Soy el hombre biónico”, dijo.

Después de su servicio militar, Alcalá tuvo temporadas trabajando para el gobierno y la petrolera, Standard Oil, antes de convertirse en profesor de inglés. También donó su tiempo como voluntario, llevando a personas desde sus casas al hospital y como tutor de inglés como segunda lengua.

Ahora vive en Orange, y su esposa fue trasladada a un centro de atención. En casa, lo acompaña su perra de 17 años, Noelle.

“Ella también se está debilitando, como yo”, dijo de Noelle. “Solo que no puede usar muletas”.

Las mejoras en su hogar se produjeron después que Alcalá, un miembro de los Veteranos Estadounidenses con Discapacidad, se enteró de un programa en el que Home Depot hace mejoras a hogares de veteranos.

Unos 20 empleados de Home Depot se presentaron para instalar la rampa, arreglar un ventilador de techo descompuesto, un grifo con gotea, quitar el césped y reemplazarlo con adoquines de concreto, construir un umbral para nivelar la transición entre dos pisos, instalar una cerca nueva alrededor del patio trasero, rellenar un agujero en el patio donde antes había un árbol, y limpiar la maleza en el patio trasero.

Este fue el segundo hogar de veteranos en Orange en el que Home Depot trabajó en dos meses, dijo Lorie Salinas, gerente de la tienda en Katella Avenue.

“Ellos necesitan ayuda”, dijo Salinas. “Necesitan de alguien que les dé una mano, y esto es algo que podemos hacer fácilmente para mejorar su calidad de vida”.

Antes de ayudar con las mejoras, Tom Sandy, comandante de la División 23 de la Asociación de Veteranos con Discapacidad, entrevistó a Alcalá por una hora. Alcalá nunca mencionó la amputación de su pierna izquierda.

Cuando los dos se pusieron de pie, y el pantalón de Alcalá se arrugó lo suficiente para revelar la pierna de metal, entonces fue que Sandy comprendió.

“Fue algo muy conmovedor”, dijo Sandy. “Es un hombre muy modesto”.