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CHICAGO.- A pesar de que menos adolescentes estadounidenses están fumando, el humo de los fumadores sigue siendo un enorme problema para ellos, encontró un estudio del gobierno.

Casi la mitad de los jóvenes no fumadores en escuela secundaria se toparon con humo de segunda mano en 2013, y los índices fueron incluso más altos entre fumadores.

Estudios previos sobre adolescentes y humo de segunda mano en lugares específicos, como automóviles o en exteriores, indican que el problema ha disminuido en años recientes, pero la nueva investigación señala que aún afecta a millones de menores de edad.

“Estos hallazgos son preocupantes porque el director de salud pública del país ha llegado a la conclusión de que no existe un nivel seguro de exposición a humo de segunda mano”, dijo Israel Agaku, principal autor del estudio e investigador de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).

El tabaquismo pasivo ha sido vinculado a varias enfermedades en niños, incluyendo problemas respiratorios, infecciones de oído, bronquitis y neumonía. En adultos, ha sido vinculado a enfermedades cardiacas y cáncer pulmonar.

Los resultados del estudio se basan en una encuesta nacional de más de 17.000 niños de educación secundaria. La exposición fue definida como haber estado alrededor de humo de tabaco al menos una vez en la última semana.

Casi uno de cada cuatro no fumadores que reportaron cualquier exposición dijeron que estaban alrededor de humo de tabaco todos los días. Los sitios incluyeron el hogar, la escuela, automóviles y lugares públicos. No está claro cuántos tuvieron únicamente exposición breve.

El estudio fue publicado el lunes en internet por la revista Pediatrics.

Datos de los CDC muestran que el tabaquismo entre gente joven ha disminuido de manera constante en años recientes, alcanzando aproximadamente 9% entre alumnos de secundaria en 2014. Al menos 26 estados tienen leyes que prohíben fumar en el interior de lugares públicos y en sitios de trabajo, y más de 80% de los hogares estadounidenses tienen reglas que prohíben fumar.

Los investigadores dicen que los resultados del estudio muestran que se requieren esfuerzos para ampliar las zonas libres de humo.