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José Antonio Vargas.
José Antonio Vargas.
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McALLEN, Texas, EE.UU.- El prominente periodista ganador del premio Pulitzer y activista de inmigración José Antonio Vargas, que ha vivido y trabajado en Estados Unidos durante años sin autorización, fue liberado el martes por la Patrulla Fronteriza tras ser detenido en un aeropuerto del sur de Texas.

Omar Zamora, portavoz de la Patrulla Fronteriza, dijo que Vargas, de origen filipino, fue detenido al pasar por el control de seguridad en el aeropuerto de McAllen, a pocos kilómetros de la frontera con México. Una portavoz de Define American, grupo de defensa de derechos de los inmigrantes creado por Vargas, confirmó su liberación el martes por la tarde.

Es común que la Patrulla Fronteriza libere a personas sin más que un citatorio para presentarse posteriormente ante un tribunal, en cuyo caso la persona puede viajar por todo Estados Unidos sin ser detenido nuevamente.

Vargas estaba visitando McAllen durante varios días como parte de una vigilia para destacar los problemas que enfrentan los menores centroamericanos que cruzan solos y sin autorización la frontera con México y que han abrumado las instalaciones de la Patrulla Fronteriza.

Pero Vargas sabía que en el Aeropuerto Internacional McAllen/Miller podía tener problemas. Agentes de la Patrulla Fronteriza, junto a personal de la Administración de Seguridad en el Transporte, verifican documentos, incluso en vuelos nacionales. Vargas no tiene ningún documento emitido por el gobierno federal y sólo llevaba el pasaporte filipino y un ejemplar de bolsillo de la Constitución de Estados Unidos.

El martes por la mañana, Vargas escribió en Twitter: “A punto de atravesar la seguridad en el aeropuerto McAllen. No sé qué va a suceder”.

La situación de seguridad en el aeropuerto de McAllen —y en otros lugares de la ciudad— es conocida por las personas que viven a lo largo de la frontera entre Texas y México.

En las autopistas fuera de la zona, los conductores son detenidos en puestos de control de la Patrulla Fronteriza aproximadamente a una hora hacia el norte de la frontera. Y es común que los niños que ingresaron al país sin autorización con sus padres y después crecieron en el Valle del Río Grande se queden en casa cuando sus compañeros de clase hacen viajes a San Antonio por esas carreteras.

En años recientes, algunos ciudadanos estadounidenses que objetan que se les pregunte por su estatus migratorio en los puntos de control se han negado a responder las preguntas de los agentes o a presentar identificación. Algunos han grabado en video esos encuentros, que después han colocado en internet.

Pero Ryan Eller, director de campañas de Define American, el grupo de Vargas, dijo que el periodista no sabía que tenía que pasar por el control de inmigración para salir de la ciudad.

“Hemos estado en ciudades de la frontera como San Diego y otras, pero no reconocimos la situación hasta que llegamos aquí”, dijo Eller, parado al otro lado de la calle de donde se encontraba la estación de la Patrulla Fronteriza en la que Vargas estaba detenido.

Eller confirmó que la única identificación que Vargas llevaba era su pasaporte filipino. Dijo que el periodista estaba en camino a Los Ángeles y que había consultado con abogados antes de ir al aeropuerto. Eller dijo que un “compañero de viaje” estaba con Vargas en el aeropuerto, pero que los separaron de inmediato en el control de seguridad.

El abogado de Vargas no devolvió mensajes para que comentara al respecto.

Vargas había volado a McAllen el jueves pasado con el fin de participar en la vigilia. En un ensayo que escribió el viernes para el portal de análisis Politico, dijo que ha viajado en Estados Unidos desde hace años sin problemas, pero que no sabía que los que salen en automóvil o en avión del Valle del Río Grande en el sur de Texas están sujetos a verificación de inmigración.

Vargas reveló su estatus inmigratorio en el 2011 en un artículo publicado en la revista New York Times Magazine. Formó parte del equipo del periódico Washington Post que ganó el premio Pulitzer del 2008 por la cobertura de la masacre en la universidad politécnica Virginia Tech. Posteriormente dirigió un documental titulado “Documented” (Documentado) y fundó su grupo de activismo.