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  • Oficiales del Departamento de Policía de San Bernardina estuvieron presentes...

    Oficiales del Departamento de Policía de San Bernardina estuvieron presentes en la vigilia realizada en el estadio San Manuel de San Bernardino, en honor a Gabriel García.

  • Oficiales de policía y residentes toman parte en una vigilia...

    Oficiales de policía y residentes toman parte en una vigilia en nombre del oficial de policía de San Bernardino, Gabriel García, la noche del viernes 22 de agosto en las afueras del Centro Médico Regional Arrowhead en Colton.

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Entre los hombres que el oficial de policía de San Bernardino, Gabriel García, y su compañero encontraron en la Avenida Garner en la oscuridad de la madrugada del viernes se encontraba un fugitivo que había violado los términos de su libertad condicional hace tres años en un caso de conducir bajo la influencia (DUI).

Ese hombre, Alex David Alvarado, de 34 años, hubiera regresado a la cárcel si García y su compañero en entrenamiento lo hubieran identificado. En su lugar, Alvarado les disparó, según oficiales de policía. García fue impactado tres veces y resultó gravemente herido.

El otro oficial, quien se encontraba en entrenamiento a tan solo tres meses de haber egresado de la academia y cuyo nombre no ha sido revelado al público, devolvió los disparos y mató a Alvarado.

García, de 31 años, permanecía en condición crítica el domingo en el Centro Médico Regional Arrowhead en Colton. García se encuentra en coma inducido médicamente para tratar una lesión cerebral sufrida tras recibir un disparo en la cabeza y dos en el torso.

“El oficial García aún está en condición crítica pero sigue mostrando signos positivos. Por favor manténganlo a él y su familia en sus oraciones”, comentó el jefe de policía, Jarrod Burguan, en un mensaje vía Twitter.

Los disparos empezaron cuando García y el oficial aprendiz encontraron a una media docena de personas paradas en el bloque 1900 de la Avenida North Garner. Casi inmediatamente, según la policía, alguien empezó a disparar a los oficiales – pero la policía no pudo confirmar si alguien además de Alvarado les disparó.

La policía dijo que al menos 30 disparos fueron intercambiados.

Cinco personas fueron puestas bajo custodia.

Alvarado había sido hallado culpable por ataque con un arma mortal, robo y por conducir bajo la influencia, de acuerdo a documentos judiciales.

Cuando fue sentenciado en enero del 2009 por segunda vez por conducir bajo la influencia (DUI), Alvarado recibió una multa de 130 dólares y se le ordenó que completara un programa sobre el alcoholismo para reincidentes. Pero según los documentos de corte él nunca pagó la multa y nunca presentó prueba de haber completado el programa.

La probatoria de Alvarado fue revocada durante una audiencia en abril del 2011, y ya que no asistió, fue declarado fugitivo. Esta era la segunda vez que Alvarado había violado los términos de su libertad condicional.

En enero del 2004, Alvarado se declaró culpable de ataque con un arma mortal. Él fue sentenciado a 30 días de prisión y tres años de probatoria. Uno de los términos de su probatoria era que completara un programa de manejo de la ira.

Alvarado aparentemente cumplió con el requerimiento, pero falló en cumplir otras siete de las 17 condiciones impuestas sobre él durante su probatoria. En una audiencia de revocación de probatoria en julio del 2005, él fue puesto en libertad hasta otra audiencia en septiembre, cuando volvería a ser sentenciado.

Su nueva sentencia fue pospuesta cinco veces, pero un juez sentenció a Alvarado a dos años de prisión.

Mientras tanto, tentativas apariciones en corte habían sido programadas para dos de los hombres arrestados en conexión con el tiroteo del viernes.

Jonathan Contreras, de 20 años, fue arrestado bajo sospecha de intento de asesinato, posesión de un arma de cañón recortado y posesión de un arma de ataque. Él se debe presentar en la Corte Superior de San Bernardino el martes.

Orlando Cruz, de 24 años, fue arrestado por órdenes pendientes de arresto: sospecha de no aparecer en corte y sospecha de conducir con una licencia suspendida o revocada.